Menuda locura de evento es la Star Wars Celebration. Y aún más si la celebras en Tokyo. El paraíso para cualquier fan de Star Wars, y sin duda el infierno del FOMO: cualquier cosa que estés haciendo, por mucho que te guste, ocurre al mismo tiempo que otras tres en las que también querrías estar.
Una de mis pegas, personalmente, con los mega eventos, es la organización de las masas de gente. Resulta que, como con tantas otras cosas, los japoneses han hecho un arte de ello. Habría sido aún mejor si todos los asistentes fueran japoneses, pero en un evento tan internacional, y sobre todo con tantos estadounidenses incívicos, creo que la presión social de estar en Japón ayudó mucho a que las cosas fueran como la seda.
Una experiencia maravillosa en la que pude experimentar en mis carnes cómo la Fuerza me permitía aguantar cuando mi cuerpo había sucumbido a la fiebre, lo suficiente para al menos ver a Hayden Christensen y Ryan Gosling.