La última jornada de la Liga de Combate Medieval de 2014 se celebró en Diciembre, en el Castillo de Belmonte; y allí estuvimos animando a los Urusus Custodes y capturando los maravillos semitonos del acero dulce bajo el sol del incipiente invierno.

Es curioso que, aunque conozcas a un amigo de toda la vida, el momento en que se baja la visera y se prepara para la liza, es una persona completamente distinta. Impresiona e inquieta.

No es para menos: Una vez te pruebas una armadura y te cascan un espadazo en el casco, entiendes que esto no es para todo el mundo. Hace falta otro chip para salir ahí a chocar acero con acero. He fotografiado mucho softcombat a lo largo de los años, y a pesar de todas las capas de armadura, y de no poder ver una cara, hay una actitud física completamente distinta, y eso se nota cuando miras con el objetivo.